Cuando veas pasar un tren que diga destino a mis brazos, no subas en él. Quédate a cubierto, así, ama puro, ama noble, ama fugáz.
No temas al amor, ese asusta pero no da miedo, ese no es el peligro.
En aquel árido film, el deseo en un sólo acto -el bueno el feo y el malo- trae de partenaire la espera, la ausencia. Témela sólo a ella. El lobo del cuento se adorna con la madre del cordero, jamás se mostrará a pecho descubierto. Por eso, no temas al amor, no temas. Y por eso, cuando veas pasar el tren con destino a mis brazos, permanece en el andén, déjalo partir, eleva los ojos y no mires mas que a la luna que es donde estoy. Soy especial, no digas que no te avisé.
sonando... MIEDO
Quién dijo miedo... no se hizo lobo a la medida de la loba ;)
ResponderEliminarTe quiero, aunque estés en la Luna.
Besos!
sigilosa al pasar, sigilosa al pasar... y si existe la loba aún no lo libó.
ResponderEliminarLove u babe.
bxxx
Los trenes que pasan hay que dejarlos pasar, los que paran y dan la bienvenida al viajero... son los que hay que aprovechar.
ResponderEliminarBonita música, pero en la palabra aprovechar hay encerrada otra que te lleva por una vía con final por descubrir. pínchala.
ResponderEliminarun beso
Me encanta!! jajajaja
ResponderEliminarx
me alegro, un beso
ResponderEliminarcuerpo y alma? jajaja
que mala eres !!!
y tu un seductor, compulsivo, y bueno
ResponderEliminar... ¿y si no vuelve a pasar el tren?... ¿Y si de todos modos quiere subir?...
ResponderEliminarSobre aviso no hay engaño, Sonia, ;)
ResponderEliminarBesos